Adentrarse a la Hacienda Rosado Ayala, en Toa Alta, es retroceder a los tiempos de antaño, experimentar la cocina en el fogón y percibir la tranquilidad del campo, su brisa y plenitud.

El espacio, que se expande en cuatro de las más de 30 cuerdas de terreno que tiene el lugar, ubicado en el barrio Galateo, da paso a la recreación cultural, donde la historia cobra vida a través de estampas como El Colmadito Chichorro, que hasta incluye una vieja vellonera, además de los elementos distintivos de estos locales que iniciaron la cultura del “chinchorreo” en el país.